martes, 18 de enero de 2011

El existencialismo en Soren Kierkegaard.

Soren Kierkegaard fue un filósofo danés, nacido en Copenhage, el 15 de mayo de 1813 y muerto por causas naturales en la misma capital danesa, el 11 de noviembre de 1855, a los 42 años de edad. De procedencia luterana, se graduó como filósofo y teólogo en la Universidad de Copenhague.
En sus obras, muestra la paradoja existencial de la vida humana, sus problemas existenciales desafían una explicación objetiva y racional, en cambio,  exige una explicación subjetiva. Contrario a Hegel, Kierkegaard brinda una especial importancia a las explicaciones subjetivas, en contra del racionalismo.
En su obra, O lo uno o lo otro (1843) afirma que el hombre tiene dos elecciones, que toma de modo subjetivo, que determinan su existencia: el camino de la estética y el camino de la ética. La estética lo lleva por el destino del placer, la apariencia y las formalidades, basada su vida en lo externo pero al final, se enfrenta a la desesperación de la existencia. El otro camino, es el de la ética, es decir, con el deber y las obligaciones sociales y religiosas, donde el individuo pierde la responsabilidad individual y se somete a la voluntad de Dios, y es ahí, donde halla su verdadera libertad.
Estos dos caminos, de la estética y la ética, está presente en un pasaje bíblico muy recalcado en las comunidades protestantes, que corresponde a la puerta ancha o de los placeres que conduce a la perdición y a la puerta angosta de los deberes que conduce a la salvación.

1 comentario:

  1. En las Investigaciones Filosóficas los "juegos de lenguaje" se definen como conjuntos de prácticas lingüísticas y no lingüísticas regidas por reglas. Pero entonces ¿qué es una regla?, ¿dónde se funda?, ¿cómo podemos seguir una regla? La respuesta es la siguiente: seguir una regla es una actividad que nos remite a un uso estable, una costumbre. De modo que la regla no es ningún tipo de objeto físico o mental. Por otro lado, carece de sentido preguntar por el fundamento de la regla porque todo uso significativo del lenguaje presupone que se esté siguiendo una regla.

    Sobre la regla se asientan el sentido, la verdad y la falsedad de las proposiciones empíricas. Las proposiciones que describen las reglas de nuestros juegos de lenguaje, llamadas por Wittgenstein "proposiciones gramaticales", no pueden ser verdaderas ni falsas porque expresan reglas que son el fundamento de toda verdad y falsedad. No podemos dar razones de ellas porque son el fundamento de toda razón. Así resulta que las reglas carecen de fundamento y las proposiciones gramaticales carecen de sentido.

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